Los prospectos de calidad son la vida de cualquier empresa y el principal medio para obtener ingresos, y en la venta consultiva de muchos entornos B2B (Business to Business) el primer paso para un proceso de venta exitoso es concertar una reunión, ya sea en persona, por teléfono, en un webinar o en un evento, y para conseguir esa cita la idea es proponer un “intercambio” de valor entre el vendedor y el prospecto: “su tiempo por mi información y experiencia”. Este es el inicio oficial de un proceso de venta fríamente calculado para generar un cierre de venta.
No es raro entonces que los mejores profesionales de ventas pasen muchas horas trabajando para redactar un pitch o texto de 30 segundos que les sirva como guía durante una llamada telefónica y que les ayude a organizar sus ideas a la hora de obtener citas de negocios, pero es importante saber también que no existe un guión (script) mágico para lograrlo; por ello es importante entender la lógica detrás de las llamadas de prospección, y entender que las citas no se consiguen haciendo lo que al vendedor le parece cómodo o apropiado, sino lo que funciona en su segmento de clientes para su propuesta de valor.
La lógica de todo vendedor especializado le debe demostrar claramente que entre más reuniones tenga, más oportunidades tiene de cerrar ventas.