Sin lugar a dudas el mundo está cambiando más rápido que nunca y así mismo es un hecho que nunca volverá a ser lo que era hace 20 años, de modo que tenemos que adaptarnos para sobrevivir. Lo que ayer era ideal hoy se puede volver obsoleto, incluyendo a cada uno de nosotros; la economía actual es feroz como nunca antes y los clientes están mejor informados de lo que alguna vez pensamos sería posible.