Muy a menudo los proyectos de emprendimiento en nuestra vida fallan no porque sean imposibles, o por difíciles, sino porque no contamos con el impulso necesario para mantenernos motivados hasta alcanzar nuestro objetivo. Entonces, cualquier obstáculo en el camino parece infranqueable y con frecuencia solemos creer que no hemos alcanzado aquella meta debido a razones externas a nosotros.
Para entenderlo mejor analicemos una meta común a la mayoría de los hombres: «alcanzar la felicidad», pero al igual que con la mayoría de emprendimientos solemos confundir que hay cosas que se alcanzan o se obtienen mientras que hay otras que deben ser creadas. Imaginemos por un momento a Steve Jobs buscando obtener sus sueños realizados en lugar de crearlos, de haber sido así hoy no podríamos disfrutar de las maravillosas creaciones de Steve y su equipo de trabajo en Apple, pues de seguro nunca habría podido encontrar un iPhone ya listo para hacerlo feliz, en su lugar tuvo que trabajar duro y perseverar para crearlo y hacerlo una realidad.
Pues bien, alcanzar la felicidad es sin duda un objetivo de la mayoría sino de todos los seres humanos, y a primera vista debería ser un objetivo alcanzable por cualquiera como de hecho lo es, pero al igual que un proyecto de emprendimiento no todos somos lo suficiente «afortunados» como para saber por donde empezar y mucho menos común es que mantengamos la motivación suficiente para perseverar hasta alcanzarla, entonces sufrimos el problema del huevo y la gallina: ¿Cuál debe ser primero? ¿Debo ser feliz para poder mantenerme motivado? ¿Debo estar motivado para poder llegar a ser feliz?.
Analicemos este problema tan básico de la humanidad y aprenderemos algunas lecciones sobre como ser un emprendedor de éxito, pero al mismo tiempo veamos si en verdad es posible alcanzar la felicidad en nuestro camino, así que como haríamos en matemáticas vamos a partir de un teorema que tendremos que intentar comprobar para llegar a una solución final:
«La felicidad no se alcanza, la felicidad se crea».
La mayoría de las personas hemos pensado en un momento u otro que necesitamos cosas o incluso a otros para ser felices, pero es curioso como muchas veces podemos alcanzar el objetivo de tener esas cosas a estar con aquellas personas que anhelábamos y aun así no sucedió aquello de ser felices. Por lo general olvidamos o no somos conscientes de como las actitudes que hemos aprendido en el camino de la vida definen lo que creemos necesitar para ser felices, a algunos nos enseñaron a esperar siempre lo peor mientras que a otros les enseñaron a creer que todo es posible de modo que poco a poco y casi sin percibirlo creamos una red de conceptos alrededor de nuestra actitud hacia la vida y según como resulte ser nuestra red esperaremos atrapar peces de uno u otro tipo para alimentar nuestro anhelo de felicidad; algunos buscan atrapar oportunidades en su red mientras que otros solo intentan atrapar escapes para evitar correr riesgos.
Veamos el siguiente escenario: Es bastante común que la gente crea que si uno espera lo peor y ocurre entonces no será algo tan malo, pero si no ocurre entonces el simple hecho de que no ocurra ya será algo bueno. Este razonamiento parece bastante válido pues si esperáramos siempre lo mejor sufriríamos muchas decepciones pues no siempre las cosas resultarán de la mejor forma, pero lo cierto es que la actitud de esperar lo peor también puede analizarse de otra manera y es que mientras gastas tu energía esperando que lo malo no suceda habrás perdido múltiples oportunidades para crear mejores situaciones. Lo más seguro en cambio es que cuando esperamos lo peor inevitablemente experimentaremos lo peor sea que suceda o no, y lo mismo es válido para cuando esperamos lo mejor.
Pongámoslo en perspectiva para entenderlo mejor e intentemos comprobarlo haciendo un ejercicio ahora mismo mientras lees esto, toma un instante y mira a tu alrededor en el lugar donde te encuentras mientras lees esto y trata de ver cuántos objetos descubres de color café, vamos inténtalo…
Ahora que vuelves a la lectura cierra los ojos y dime uno a uno cuantos objetos había de color azul, ¿Cuántos recuerdas? ¿Uno, ninguno? Vale, inténtalo entonces con los de color rojo, ¿Recuerdas más objetos de color rojo que de color azul? Dale un vistazo al lugar de nuevo, y notarás cuantos objetos azules o rojos había a tu alrededor y no te habías dado cuenta pues tu expectativa estaba colocada en los objetos de color café. Si, tal vez pudiste notar uno o dos, tal vez tu mismo usabas algo de ropa azul o roja, pero el punto aquí es darnos cuenta de que cuando buscamos algo eso es lo que encontramos a nuestro alrededor así abunden otras opciones, de hecho si ahora sigues buscando cosas azules y verás que siguen apareciendo cosas azules.
La mayoría de nosotros centramos nuestra búsqueda de la felicidad en aquello que no tenemos en lugar de lo que si tenemos, por eso todo el tiempo solo vemos lo que nos falta en la vida y creemos que por eso no somos felices. Es más o menos lo mismo que experimentamos en un proyecto de emprendimiento, la mayoría no lo logra por estar concentrado en lo que le falta en lugar de aprovechar todo lo que ya tiene. Los que logran hacerlo alcanzan el éxito en sus planes, los que siguen gastando su tiempo pensando en lo que no tienen y en quejarse de todas las oportunidades que no ha tenido, jamas podrán usar su tiempo sabiamente para crear mejores oportunidades por si mismo creando sin saberlo su propia desgracia.
Lo anterior nos ayuda a entender la famosa frase del vaso medio lleno o medio vacío, y nos damos cuenta de que lo importante en ese caso no es cuanta agua contiene el vaso sino como lo percibimos. De la misma manera, aunque las posesiones y juguetes que conseguimos con nuestro esfuerzo son agradables y nos pueden dar deleite, es importante entender que no importa de cuantas posesiones nos rodeamos si no tenemos la actitud adecuada de ver a nuestro alrededor lo que necesitamos ver y no solo lo que creemos que tenemos que ver. Esto explica por qué tantas personas ricas no son felices, pero en cambio otras con muy poco pueden alcanzar la felicidad, pues no se trata de lo que posees sino de tu actitud hacia lo que posees o no posees.
Samuel Johnson, un famoso poeta inglés, dijo una vez: «La fuente de la satisfacción debe brotar de la mente, y quien conozca tan poco la naturaleza humana como para buscar la felicidad cambiando algo que no sea su propia disposición malgastará su vida en esfuerzos inútiles multiplicando la aflicción que tanto busca eliminar».
¿No es cierto que disfrutas más del día cuando te levantas de la cama con expectativa de que será un buen día que cuando lo haces pensando que algo no saldrá bien? La realidad es que no siempre las cosas serán tan perfectas como las deseamos y que a veces la vida nos dará golpes indeseables que a primera vista no sabremos como aguantar y creeremos posible sacar algo bueno de ellos, pero por más imposible que parezca el desenlace final dependerá completamente de la actitud con la que los abordemos. El perder a un ser querido, o el quedarnos sin trabajo pueden llegar a ser momentos destructivos para cualquiera, pero también pueden llegar a ser oportunidades para lograr algo por otras personas o para cambiar el rumbo de nuestra vida por una que nos haga sentir mejor a nosotros y a quienes nos rodean. Lo que determina nuestros sentimientos sobre lo que nos ocurre no son los propios sucesos sino el significado que les damos a ellos en nuestra vida, por ejemplo: la mayoría de leyes de tránsito que salvan a diario nuestra vida al conducir fueron el resultado del trabajo de personas que se propusieron esforzarse por evitar accidentes que tal vez ellos o sus seres queridos habían sufrido y en los que tal vez una o más personas perdieron la vida, pero el hecho de que ahora gracias a esas normas se puedan salvar miles de vidas es un ejemplo de que el resultado de un suceso puede causar beneficios a otros aunque quienes reciban esos beneficios no sean conscientes de como esto sucedió. Si mientras lees esto piensas que no es cierto eso de que se pueda ver algo positivo de toda situación negativa, entonces eso será cierto en tu caso, pero puedo asegurarte que quienes desean sinceramente encontrar un aspecto positivo hasta en sus momentos más difíciles lo podrán lograr.
En lugar de hacernos preguntas negativas en momentos difíciles tales como: ¿Por qué a mi? Qué tal si nos preguntáramos: ¿Qué puedo aprender de esta situación? ¿Cómo puedo salir adelante de esta situación? ¿Cómo puedo ser mejor luego de esta situación? Recuerda buscar el color que quieres encontrar, porque siempre habrá algo de ese color cerca de ti, ya sea el color de la tristeza o el de la alegría, tu decides cual es tu color. Algunos estudiosos han concluido que una persona promedio puede tener hasta 60.000 pensamientos en un solo día. Cuando nos sentimos deprimidos suele suceder que la mayoría de esos pensamientos están dirigidos a cosas negativas, algo así como concentrarnos en lo que no funciona en lugar de hacerlo en lo que si funciona. ¿Qué clase de pensamientos llenan hoy tu mente, negativos o positivos? Considera por un momento la ventaja de buscar conscientemente respuestas a cosas positivas y de eso justamente se llenará tu mente, tu día y tu vida.
Piensa ahora por un momento en qué es lo que realmente quieres lograr con tu vida, ahora piensa en por qué lo quieres, ¿Eso que quieres alcanzar lo buscas como solución para llegar a ser feliz? ¿Te has planteado la idea de intentar primero sentirte feliz para que luego te sea más fácil alcanzar tus metas? La vida está llena de oportunidades de todos los colores y muchas de ellas están al alcance de la mano, empieza a fijarte en todas esas oportunidades maravillosas que te rodean y empieza a disfrutar de instantes felices, eso hará más fácil que llegues a disfrutar luego de días felices y si tienes tanto interés como para seguir intentándolo entonces tendrás muchos momentos felices, como resultado secundario verás que cuando eres feliz habrás alcanzado muchas de tus metas.
La primera ley para la felicidad es simple: «Tener la actitud adecuada», pero recuerda que porque algo sea simple no quiere decir que sea sencillo de lograr, así que esfuérzate cada día por ajustar tu actitud y si en el camino lo deseas siéntete libre de compartir conmigo tus resultados. Como un impulso extra en tu camino te invito a ver mi video «Cómo tener un 2014 fantástico«.
